sábado, 28 de marzo de 2020

Cuento para niños del Coronavirus

Los mineros de Chile estuvieron atrapados 69 días bajo tierra a más de 700 metros.

Los jugadores de Rugby de Uruguay estuvieron a 3600 msnm por un lapso de 72 días.

Los niños de Tailandia estuvieron atrapados en una cueva bajo el agua más de 12 días.

Todos estos estuvieron expuestos al frío, a la incomodidad, al hambre, a la incertidumbre. Y a nosotros se nos pide que estemos encerrados en la comodidad de nuestra casa con todo lo que está nos brinda, luz, comida, familia, agua, Internet etc etc, y renegamos, y no hacemos conciencia por nosotros por nuestra familia por nuestro prójimo... QUÉDATE EN CASA. Ya vendrán tiempos mejores y esto pasará. Fortaleza. Mientras tanto, te comparto un cuento para niños sobre el Corona virus. Lo encontré en Facebook de manera anónima y lo comparto para que se lo lean a sus hijos pequeños.

Cuento para niños del Coronavirus

Cuento para niños del Coronavirus

Había una vez un planeta llamado Tierra. Sus habitante (los humanos), se habían olvidado de sus orígenes. Nacieron seres de luz y amor pero la ambición y el poder los fue convirtiendo en seres egoísta, sin empatía, sin respeto y sin solidaridad. Un día un virus los bañó y el miedo a la muerte empañó el aire. Entendieron que no sirven las fronteras, el poder, que el dinero no es esencial sin vida. Comenzaron a mirar a su alrededor, encontraron los ojos de la felicidad. Se dieron cuenta que una enfermera, un médico o un científico son más importante que un político o un futbolista, que un hospital es más necesario que un estadio y que el amor es más indispensable y potente que un misil. Se apagaron las luces y descubrieron las miradas de quienes los rodeaban. Valoraron los besos y abrazos y valoraron la vida. Habían invertido la escala de valores. Ahora se daban cuenta que lo primero es la vida, la empatía y el amor a sus iguales. Comenzaron a estimar a sus semejantes más que a si mismos porque sus vidas dependía del otro. No importaba las raza, la religión o ideología, todos eran iguales y tenían un único fin: VIVIR. Ojalá esas gotitas de saliva y eso mocos dispersos en el aire nos haga más humanos y aprendamos la lección. CUÍDENSE MUCHO y hagamos que éste cuento tenga un final feliz.

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