Encontré en Internet una genial Cadena de humor política anti Frente Amplio y la copio y pego, bien a lo vago, justamente porque tenemos un gobierno que nos apoya y nos incita a ser de este modo, así que para qué me voy a quemar las pocas neuronas que me quedan pensando en contenido original si puedo robarlo de un facho rosadito y ofender a las focas en lo que es una win win situation al 100%. Gracias Internet. Gracias FA. Uruguay que no ni no, Uruguay pa' todo el mundo. Bueno basta, les dejo la cadena para que copien y pequen en sus grupos de Whatsapp y se hagan los piolas con sus amigos, como yo lo hago con ustedes.
Recientemente le pregunté al hijo de un amigo qué le gustaría ser cuando fuera mayor. Él respondió que quería ser presidente algún día. Sus padres, ambos frenteamplistas, estaban presentes y yo continué preguntando:
- Si algún día llegaras a ser presidente, ¿qué sería lo primero que harías?
Él respondió sin vacilar:
- Daría alimentos y viviendas gratis a todos los pobres.
Sus padres, orgullosos, pelaron los dientes en una radiante sonrisa:
- ¡Bravo, que propósito más noble!
Exclamaban.
Entonces le dije:
- Pero para eso no tenés que esperar a ser presidente. Podés venir a mi casa y cortar el césped, sacar las malas hierbas y abonar el jardín. Te voy a pagar $100 por el trabajo, después te voy a llevar al supermercado de mi barrio donde siempre hay un mendigo y podés darle el billete para que se compre comida y empiece a ahorrar para su casa.
El chico pensó durante unos segundos y luego, mirándome fijamente a los ojos me preguntó:
- ¿Y por qué no va el vagabundo a hacer el trabajo y le pagas directamente a él?
- ¡Bienvenido a la oposición!
Le contesté. Los padres todavía no me hablan.
Cadena de humor política Cadena de humor política anti Frente Amplio
- Si algún día llegaras a ser presidente, ¿qué sería lo primero que harías?
Él respondió sin vacilar:
- Daría alimentos y viviendas gratis a todos los pobres.
Sus padres, orgullosos, pelaron los dientes en una radiante sonrisa:
- ¡Bravo, que propósito más noble!
Exclamaban.
Entonces le dije:
- Pero para eso no tenés que esperar a ser presidente. Podés venir a mi casa y cortar el césped, sacar las malas hierbas y abonar el jardín. Te voy a pagar $100 por el trabajo, después te voy a llevar al supermercado de mi barrio donde siempre hay un mendigo y podés darle el billete para que se compre comida y empiece a ahorrar para su casa.
El chico pensó durante unos segundos y luego, mirándome fijamente a los ojos me preguntó:
- ¿Y por qué no va el vagabundo a hacer el trabajo y le pagas directamente a él?
- ¡Bienvenido a la oposición!
Le contesté. Los padres todavía no me hablan.