Hoy de tarde fui al supermercado a hacer unas compras y cuando estaba en la cola para pagar, entre buscar en los bolsillos, poner la mercadería sobre la caja, acomodarme el barbijo, se me cayó un billete de $1000 que tenía en el bolsillo. La señora que estaba adelante terminando de pagar sus compras en la caja, lenta y amablemente se agachó y agarró el billete... "Cuánta gentileza en tiempos de pandemia" pensé. Le extendí mi mano tratando de estar lejos para que se sienta segura mientras le agradecía. Hasta que la señora me dice lo siguiente: "Lo que se encuentra en el suelo es de quien lo encuentra!" Me puse rojo como un tomate!!
La ironía, el olor a crema hidratante y la cara arrugada de esa mujer se convirtió en una pintura surrealista delante mío. De repente ella se fue naturalmente, pachorrienta, como si nada malo hubiera pasado!!!
Miré a la persona que estaba detrás de mí y a las que estaban al lado y ellas me respondieron con una mirada atónita e incrédula, susurrando cosas entre sí. La mujer se fue llevando mis $1000, qué tal??? Ni yo lo podía creer!!! Me dio una rabia casi incontrolable, me subió la sangre a la cara pero ya no de vergüenza, quería hacer justicia por cuenta propia!!!
Ni siquiera pensé en la pandemia... dejé mi canasto de compras porque no tenía cómo pagarlo y me fui tras ella hasta el estacionamiento para decirle lo absurdo e inadmisible de la situación y para que me devuelva mi billete! Cuando me di cuenta, las personas que estaban más cercanas en la cola vinieron tras de mí, de curiosos seguramente! Y medio se armó alboroto! La gente comenzó a juntarse; la mujer me miró con desprecio y actuó como si fuera invisible. Cuando ella llegó a su auto, colocó lentamente sus dos bolsas en el suelo para buscar la llave de su auto y abrir el baúl. Pensé: ′′Es ahora o nunca!" Tomé coraje, recogí las bolsas de compras y devolví sus palabras: "Lo que se encuentra en el suelo es de quien lo encuentra!" y salí corriendo por el estacionamiento hacia la salida, entre el susto y la risa orgullosa, de la revancha!
Los mirones comenzaron a aplaudir, la mujer medio vi que se endemonió y salió del estacionamiento tirando los conos por su camino! Sentí ese pico de adrenalina, susto y nerviosismo, pero después me maté de la risa, más o menos de esas risas nerviosas y me fui.
Cuando llegué a mi casa fui a abrir las bolsas:
- 2 kg. de lomo
- 2 kg. de asado
- 1 pollo entero
- Aceitunas verdes y negras
- Jamón, queso y yogures de dos sabores
- 1 pan de molde integral
- 1 botella de aceite de oliva
- 2 botellas de vino
- 2 latas de choclo
- 2 kg. de chorizo parrillero
- 1/2 kg. de pan francés
- 1 Frasco de Mayonesa
- 2 paltas
- 1 pote grande de queso untable
- 1 frasco de café
- 2 mermeladas
Lo leíste hasta aquí?? Obviamente esto no es real (aunque no imposible en Uruguay), estamos en una campaña de promoción a la lectura!!!! Has leído durante la cuarentena? La lectura estimula nuestra mente e imaginación, nos hace viajar a otros lugares y ayuda en la comunicación.
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